Casasol Lino Flamé 3 cabos

Descripción

Te contamos unos cuantos detalles más del Casasol Lino Flamé de 3 cabos de Casasol para que no te queden dudas.

La mezcla de viscosa y lino nos parece siempre un acierto seguro. El lino es una fibra perfecta para verano, pero las madejas de 100% lino suelen ser bastante duras al tacto. Al mezclarla con viscosa, consiguen darle esa suavidad y caída que tanto nos gusta.

¿Por qué le llaman Lino Flamé en vez de solo lino? Pues es por la técnica que se utiliza para hilar la fibra, que es diferente y se le conoce como flamé… El hilado flamé es una técnica que consiste en hilar manualmente  y darle al lino más grosor en algunas partes y menos en otras. De esta forma, resalta la fibra natural y se consigue un hilo esponjoso y aireado, en sintonía con la naturaleza. Por eso, si te fijas en el ovillo, verás que la fibra cambia de grosor y eso le da un toque de lo más especial a tus prendas.

El grosor de 3 cabos es perfecto para trabajar con agujas “intermedias” y la recomendación que viene es utilizar las que estén entre 3 y 5mm. La elección que hagas va a depender un poco de tu forma de tejer y de la prenda que vayas a realizar. Como la mayoría de hilados de esta marca, al verlos en el ovillo, dan la sensación de más finos de lo que realmente son. Por eso, si vas a usar  Casasol Lino Flamé de 3 cabos en prendas de vestir, chales o trabajos que quieres que queden vaporosos te invitamos a que pruebes a tejerlo con las agujas más gruesas de las recomendadas (las de 5mm).

¿Qué hago para que mi prenda se mantenga como nueva?

Te contamos las instrucciones de lavado que nos recomienda el fabricante para el Casasol Lino Flamé de 3 cabos. Después del trabajazo, querrás que lo que has tejido te dure lo máximo posible, así que intenta respetar las recomendaciones para no tener disgustos innecesarios.

• Lava tu prenda a mano.
• No se debe de usar secadora. Sino que, para secar la prenda, como ocurre con todas las prendas de punto, debes de ponerla en una superficie horizontal para evitar que se deforme.
• No la dejes en remojo ni le eches suavizante, que la lana se estropea.
• Se puede planchar a baja temperatura, aunque nosotras preferimos no poner la plancha sobre la prenda sino, como mucho, darle un poco de vapor.
• No uses lejía, pero eso ya casi no hace falta decirlo, ¿verdad?
• Nada de tintorería.

Atención, atención: ponemos todo nuestro empeño en que los colores de las fotos se parezcan lo máximo posible a la realidad, no siempre lo conseguimos del todo. Además, ten en cuenta que pueden variar de una pantalla a la otra y con el cambio de tintada.